Bajo la amenaza de un primer descenso a la tercera división italiana, la Sampdoria, campeona de liga en 1991 y finalista de la Copa de Europa un año después, ha recurrido a sus viejas glorias del pasado para encauzar su presente.
A cinco fechas para el final de su temporada, la 'Samp' y sus tifosi se temen lo peor. Antes de enfrentarse a la Juve Stabia el lunes, el club de Génova es 16º en la Serie B, con dos puntos de ventaja sobre el descenso.
En caso de terminar así el curso, la Sampdoria disputaría el repechaje de descenso a la Serie C, la tercera categoría del fútbol italiano, que nunca ha pisado, al igual que otros seis clubes de Italia, entre ellos el AC Milan, el Inter y la Juventus.
Pero la esperanza ha renacido entre unos tifosi que, apenas tres semanas atrás, apedrearon el autobús de su equipo luego de una dura derrota en casa (3-0).
"El club reaccionó muy bien. Les hicimos vivir un infierno, pero respondieron de la mejor manera", se congratulaba Emanuele Vassallo, el presidente de uno de los principales grupos de seguidores del equipo, la Federazione Clubs Blucerchiati.
"Recordar a los que formaron parte de nuestra edad dorada nos encendió y devolvió la esperanza; podemos lograr la permanencia", considera.
La sombra de Mancini
A comienzos de abril, la Samp realizó su tercer cambio de entrenador desde agosto. Alberico Evani, con Attilio Lombardo como adjunto, tomó las riendas del equipo y se estrenó con una victoria crucial ante Cittadella, un rival directo por la permanencia.
Antiguos jugadores de la Sampdoria, Evani (de 1993 a 1997) y Lombardo (de 1989 a 1995) compartieron vestuario y son amigos de la leyenda con mayúsculas del club, Roberto Mancini.
Ambos formaban parte de su cuerpo técnico cuando Mancini, máximo goleador de la historia de la Samp (171 goles entre 1982 y 1997), fue seleccionador de Italia y llevó a la 'Azzurra' al título europeo en 2021.
Aunque Mancini no mantiene ningún tipo de rol de forma oficial, su presencia desde fuera del terreno de juego para una sesión de entrenamiento y como "primer aficionado del club", retrotrajo a las horas más felices del club de Liguria.
Las de una época en la que la Sampdoria, llevada en volandas por los goleadores Mancini y Gianluca Vialli, fallecido en 2023, conquistó la extinta Recopa de Europa en 1990, y después la Serie A en 1991, antes de alcanzar la final de la Copa de Europa (actual Liga de Campeones) en 1992 contra el FC Barcelona (derrota 1-0 en Wembley en la prórroga).
Descenso en 2023
Pero luego de aquel ciclo triunfal la estrella de la Samp fue apagándose poco a poco, hasta consumar su descenso a la Serie B en 2023 en medio de una crisis deportiva, económica e institucional.
Cerca de la quiebra hace dos años, el club fue rescatado por su presidente actual Matteo Manfredi y por el expropietario del Leeds United, Andrea Radrizzani, que se retiraría posteriormente.
Las cuentas siguen en números rojos, con pérdidas cercanas a los 30 millones de dólares y con una deuda superior a los 140 millones de dólares.
Pero el nuevo hombre fuerte de la Sampdoria, el empresario de Singapur Joseph Tey, que ostenta el 58% del capital, es ambicioso: "No me metería si no pensase que es rentable", declaró recientemente a Channel News Asia.
A pesar de sus pobres resultados, la Samp es el equipo más seguido en la Serie B con una media de 22.000 espectadores por partido en el estadio Luigi Ferraris.
Pero los problemas parecen acumularse para el club. La plataforma noruega de investigación Josimar reveló que Joseph Tey estaba ligado al operador de juegos y apuestas deportivas FUN88. La Federación italiana no encontró nada que objetar.
"Todos los grandes clubes italianos pertenecen en parte o por completo a fondos de inversión", recordó Vasallo.
"Es la realidad para todo el mundo, así que no es lo que nos preocupa. Lo que nos preocupa es que ese tipo de propiedad no aporta resultados sobre el terreno de juego", lamenta el jefe de los tifosi.