A un pequeñísimo paso de un nuevo título en la Ligue 1: el París Saint-Germain remontó para terminar arrollando 6-1 en su visita a Saint-Etienne, este sábado en la 27ª jornada, y tiene todo a favor para ser campeón el sábado de la próxima semana.
El PSG estuvo incluso cerca de haber logrado ese decimotercer título de campeón de Francia este sábado, para lo cual necesitaba que se cumplieran tres premisas, de las cuales solo falló la última.
Precisaba de un empate en el último partido del día, entre Mónaco y Niza, y los primeros salieron vencedores por 2-1, con un gol cuando faltaba un cuarto de hora para el final.
Los dos anteriores resultados necesarios para la carambola sí se habían producido: la derrota en el primer turno del Marsella, superado 3-1 en Reims, y la victoria después del PSG ante un Saint-Etienne que es apenas penúltimo en la tabla.
Ahora, con el PSG con 21 puntos de ventaja sobre el Mónaco y una amplia mejor diferencia de goles, cuando quedan siete jornadas -21 puntos como máximo en juego-, todo parece servido en bandeja de plata para que el club de la capital sea campeón el próximo sábado ante el Angers, rodeado del calor de su hinchada.
"Prefiero que Niza y Mónaco no empaten porque quiero celebrar el título en el Parque de los Príncipes", había dicho incluso el entrenador Luis Enrique antes de la disputa del derbi mediterráneo.
"Realmente somos ya campeones desde hace varias semanas", admitió el técnico asturiano sobre lo digerido que tiene el club que el título no puede escaparse.
Luis Enrique dejó de entrada en el banquillo a varios pesos pesados (Achraf Hakimi, Marquinhos, Ousmane Dembelé), dándoles descanso después de los partidos internacionales.
El Saint-Etienne incluso sorprendió de entrada, adelantándose en el minuto 9 por medio de Lucas Stassin.
Los 'Verts' resistieron defensivamente casi todo el primer tiempo, pero el portugués Gonçalo Ramos igualó antes del descanso, transformando un penal en el 43.
En la segunda mitad, el PSG tiró de calidad ante un juguete roto, al que endosó cinco goles más, por medio del georgiano Khvicha Kvaratskhelia (50), Desiré Doué (53, 66), el portugués Joao Neves (62) e Ibrahim Mbaye (90).
Mónaco se pone segundo
Por su parte, el Mónaco tuvo un gran triunfo ante un rival directo, por 2-1 ante el Niza, con remontada incluida.
El franco-marfileño Jeremie Boga adelantó al Niza en el minuto 41, pero en la segunda mitad el Mónaco dio la vuelta al marcador por medio del danés Mika Biereth (55) y el suizo Breel Embolo (73).
El Niza incluso terminó el duelo con diez hombres por la expulsión del veterano defensa brasileño Dante en el 90+1, al derribar a un rival en posición de último hombre de la zaga.
En la clasificación, la victoria permite al Mónaco arrebatar el segundo puesto al Marsella, que perdió 3-1 en el campo del Reims (15º) en el primer partido del día.
El Mónaco tiene ahora un punto más que el Marsella, que queda tercero, y se distancia con tres más que el Niza, cuarto.
Marsella, sin hambre
El sábado fue duro de digerir para un Marsella apático, superado claramente en Reims.
La visita de los marselleses a la región de Champaña fue complicada desde el principio y el Reims hizo daño con sus llegadas, marcando sucesivamente por medio del japonés Keito Nakamura (minuto 29), Mamadou Diakhon (51) y Valentin Atangana (68).
Valentin Rongier acortó para los visitantes en el 78, pero sin que en ningún momento el Olympique diera sensación de poder reengancharse al partido.
"No entiendo que ya no tengamos hambre en el campo ante la idea de jugar la Liga de Campeones, que es algo grande. Tenemos que tener otra mentalidad, hay equipos que vienen por detrás y que sí que tienen ganas", advirtió el mediocampista Adrien Rabiot, que terminó el partido como capitán después de la salida por lesión del argentino Leonardo Balerdi.
Es la tercera derrota seguida del Marsella, que antes del parón por los partidos de selecciones nacionales había caído ante Lens y París Saint-Germain.